Como yo no hay dos.

Parece mentira,pero es una de esas veces en que la rana resulta que se convierte en princesa y es el príncipe quien le libera del encantamiento,pero esta rana solo quiere a un príncipe.No vale cualquier pretendiente,se han hecho demasiadas prueba hasta hoy.Cada anfibio tiene su principito asignado.Con esta ranita,si hizo un estudio a fondo,parece que ya hemos encontrado a la perfeccion que complemeta esta parte.Pero parece que su alteza solo besa a otras princesas no a doncellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario